DIEGO y JULY
Debíeron llamarse, ternura,
Ya que de eso llenaron mi existencia,
Dos y mis dos mejores regalos,
coparon mis espacios al llegar.
Fueron algo de mi estampa, mis niños,
pieles tersas, trozos chiquitos de mi,
sangre mucho de mi sangre,
sus vidas, aportes de mi vida.
Que paz da sentir el calor de los dos
tocarlos, olerlos y observarlos llenos de mi amor
mas dulces que la miel y tan sencibles
al afecto que les doy, los siento mios.
Ojos vivos y brillantes me iluminan el alma,
quisiera tener horas para contemplárlos,
Mis manos dichosas al poder abrazarlos,
cuentan los dias que restan para tenerlos conmigo otra vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario