Es frecuente que las personas aun conociendo sus faltas y fallas en su proceso alimenticio niegan que son victimas de sus costumbres e inadecuados habitos a la hora de las comidas, aquí dejo algunos que considero son relavantes y puntuales que hacen parte de nuestra “normalidad”
No hacer ejercicio de manera regular: adopta una rutina sencilla nada que no puedas resistir y veras en ti rapidamente que descienden tus niveles de ansiedad y te vas a sentir mucho mas liviano y comodo (caminar, bicicleta, cinta) de dos a tres veces por semana.
Comer afuera, con demasiada frecuencia: por lo general, cuando vas a restaurantes pides platos grandes y con mucho contenido en carbohidratos y grasas. Controla tu pensamiento con respecto a las porciones pide lo justo y si opuedes hacer un pequeño esfuerzo poco a poco ir reduciendo, piensa en tu bolsillo comer afuera cuesta y si vas a pagar que sea por lo que te de salud no problemas.
Decir sí a segundas vueltas: No y no repitas lo que te gusto esto con frecuencia te hara perder los limites y seguro mas tarde te sentiras culpable y tu mismo vas arecriminar tus actos. Disfruta el plato y dale tiempo a la digestion luego sabras si necesitas mas o definitivamente has satisfecho tu necesidad.
Evitar incluso las actividades físicas más livianas: no hagas siestas en el sedentarismo acostarse a dormir o descansar tendido en una cama no es reposo es inactividad, luego de comer el cuerpo puede ser ayudado a consumir esas calorias con agilidad, los ratos en quietud generan obesidad y recarga a tu cuerpo, hay pequeñas acciones de movimientos controlados que no te cansaran.
Nunca decir que no a los dulces: Es debilidad de muchos el preferir dulces luego del almuerzo o en parte del dia, no lo conviertas en habito en necesidad, de vez en vez es un premio, los excesos aquí son dificles de corregir.
Comer cuando, en realidad, no se tiene hambre: comer por ansiedad o algun desorden de tipo emicional tambien es frecuente, no es solucuion tomar la comida como desahogo busca alternativas de verdad las hay y con menos niveles de riesgo para tu salud.
Los habitos no se rompen de la noche a la mañana, porque no se forman de la noche a la mañana, pero la disciplina acompaña cualquier éxito. Todo el que nace de Dios vence al mundo. Creamos en nosotros y conseguiremos la victoria, solo la fé hara posible lo dificil.
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